martes, 12 de enero de 2010

No puedo decir que no



Cualquiera que me de un beso de lengua en el ano, me puede.



Y si intenta meter su lengua adentro...lo más.
No importa cuan motivado esté, es mi punto G.



Esta historia comienza un día que recién terminaba de masturbarme con un consolador casero del cual estoy enamorado.
Me termino de vestir y tocan el portero, Roberto, un amigo, que le digo? este va a querer garchar.
Pasá..le abrí la puerta de entrada al edificio y ya estaba tocando el timbre.
Hooola Rober...ya me iba.
Noooo yo queria estar con vos.
Pero...
Te necesito...
Pero...
Ya me hice el bocho...
Pero...
Me dió vuelta y me empezó a franelear.
Sacate esto...
Pero no Rober tengo que sal...
Me inclinó contra la pared y de un golpe me bajó pantalones y slip.
No no no Rober, por favor...



Metió su cabeza entre mis nalgas y con su lengua abrió mi ano, que a causa del ejercicio masturbatorio anterior, no ofreció resistencia.
Por favor...y le acaricié su cabeza, mientras hurgaba en mi interior.
Por favor...noooo...y me escurrian sus babas por las piernas.
Por favor...no...no...y ya le apretaba su cabeza contra mi cola.
Por favor...me tengo que...y ya no daba más, veia su calentura y cuantos más no, más se exitaba.



No no...y me cojió, me metio su garcha de una y con su lengua recien sacada de mi ano me penetró la boca.
Como para darme a probar mis jugos.
Ya me voy, dijo al rato de acabar, asi podés hacer lo tuyo.



Y se fue y me quedé agotado sobre el sillón, con sus leches chorreandome.
Me doy una ducha para reponerme y cuando salgo del baño me encuentro con Maxi por el portero.
Pasá, que querrá?
Lo recibo envuelto en un tohallón. Ese fue mi error.
Hola Maxi, como va? Bien vengo a verte porque soñé con tu cola.
Noooo Maxi ni se te ocurra...y se metió debajo del tohallón.



No no no...nooooo no no y otro delirante lengüetero.
No Maxi no...y se aferraba a mis piernas para presionar con su lengua.
No Maxi no...




No puedo decir que no, cuando boca y ano se besan.
No puedo decir que no, cuando te siento lamerme el culo.
No puedo decir que no, cuando hundes la lengua dentro mio.
No puedo decir que no, cuando veo tu cara escondida en mi cola.
No puedo decir que no, cuando tu saliba me inunda.
No puedo decir que no, cuando aún ante el agotamiento, me erotizas.
No puedo decir que no, cuando ni siquiera me escuchas y sabes por donde entrarme.
No puedo decir que no, cuando no me das oportunidad ni de ponerme de espaldas contra la pared.
No puedo decir que no, cuando mi carne es debil y tu insistencia firme.
No puedo decir que no, cuando he perdido la voluntad.
No puedo decir que no, cuando abres la cueva tan dulcemente.
No puedo decir que no, cuando mi hambre es insaciable.
Te espero, siempre dispuesto...