Me tratas como si fuera un juguete, de tu pertenencia, para satisfacción de tus caprichos.
Me citas únicamente en telos, y ni bien cierras la puerta comienzas con tu proceder.
Veo en tus ojos la demencia más atrayente.
Buscas rápidamente enterrar tu lengua.
Y vaya si lo logras...me llenas de salibas y ruidos chanchos.
Comes mi ano con una voracidad tremenda, me aferras cual presa a matar para que no escape.
Inmovilizas, muerdes, cojes con tu lengua, nalgueas.
Gimo de placer, sé que te trastorno, acaricias mi pija pequeñita cual si fuera un clitoris exitado, mientras me dilatas.
Un dedo, dos, la mano entera girando dentro mio y la locura de tan tremendo placer que actua como droga potenciando lo sensorial de mis zonas erógenas.
¿Te animás?
A vos te hablo, si, a vos que estás leyendo, ¿te animas?
