domingo, 4 de noviembre de 2012

Cita a ciegas.

Los miedos.
Miedo a la violencia, al mal trato, hasta a la mugre.

Quien asume el rol activo no tiene miedos.
El va, la pone, acaba y listo.
Quien está del otro lado teme.
Teme del maltrato, del apuro, de...
Al cuerpo hay que prepararlo.
Quien es activo con experiencia controla su comportamiento social.
Va de a poco, con palabras dulces, con caricias sensuales.
Digamos que "muestra" un interés por la otra persona, aunque esto no sea realmente así, pero para la función que estamos por ver sirve.
Sirve porque quien está contraido se distiende, quien está con dudas se deja llevar.
Y este es el tema, quien asume la conducción debe saber llevar.
Debe saber que no se trata tan solo de que te la chupen sino de hacer desear.
No tan solo meterla, sino crear el deseo y la escena de la entrega.
Quien dilata penetra, quien penetra sin dilatar viola, violenta, toma algo que no le fue entregado.
Quien explora aprende, valora.
Jugar con un dedo puede resultar tan exitante!
Buscar el placer del otro lleva al placer de uno.
Coger a un macho y pajearlo, conlleva a que contraiga el ano mientras acaba.
Hacer coincidir la eyaculación de ambos es supremo.
Descubrir en su pasividad el espacio para descargar nuestras pasiones.
Su entrega aceptando nuestra maestria.
Y como pasivo sentirse lleno, complacido, pleno.
Disfrutar del placer que encuentra en nosotros el compañero.
Y por supuesto entregarle la carne, que como león que es, vino a buscar.


1 comentario:

  1. Que hermoso relato y que digna ubicación nos das a los pasivos. Me siento muy hembra cuando me entrego

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