Agitado por la sangre que fluye hacia tu miembro y lo sostiene erguido.
Llevado por las ansias exacerbadas de derramar tu contenido.
Lubricas con tu saliba y abres con tu lengua.
Dilatas con desesperación y urgencia.
Siento el calor de tu aliento, pero espera...no tan aprisa.
Ahora un dedo descubre el velo y traspasa el límite.
Me distraes con tus palabras y ya son dos los dedos que buscan conocer a oscuras la cueva del placer.
Te aparto y me acuesto boca abajo con mi espalda expuesta a tu mirada y mis sentidos esperando tu reacción.
Cada nalga recibe una mano, cada masaje erotiza, sube la temperatura y la presión.
Separas los gluteos y metes tu rostro en la quebrada.
Buscas preparar el territorio a poseer, lo entiendo y lo haces muy bien.
Has logrado el deseo en mi, las ganas de sentirte.
Me dejo conducir, me entrego.
Puedes entrar ahora, la puerta está abierta...
wow, que erotico este poema... y hermoso a la vez.
ResponderEliminar