lunes, 16 de enero de 2017

Primos

Fue de muy chico cuando conocí a mi primo mayor. El era sencillamente genial, divertido, compinche, extravagante. Tenía dos hermanas mayores, y de ellas me contaba cosas. El decía que se tocaban y jugaban a que eran novios. Intrigado pregunté donde se tocaban y él me miró y con la cabeza me indicó. Pero y eso es todo? No, respondió, se escuchan gemidos. Mirá vos sos muy chico para estas cosas. No no contame. Vos querés que te muestre como se tocan? Y si Apoyó su mano en mi rodilla y muy suavemente la deslizó hacia mis genitales. Inmediatamente cerré mis piernas, pero él no se incomodó. Parate. A lo cual me incorporé. Tomó mi cinturón para abrirlo y me dijo que confiara en él que no tuviera miedo y de esa forma me mostraba como se tocaban sus hermanas. Pero un cosquilleo raro sentí. Cuando bajó mis pantalones para mi sorpresa me había crecido el pito de una forma impresionante.
Suavemente acariciaba mis huevos, mi pito y mi cola. Claro, lo que tenia era una exitación brutal que no podía ni disimular. Metió un dedo dentro de mi ano y comencé a escupir leche como un volcán. Ves? así es como se tocan. Después fui a buscarlo por más....mucho más Ya el dedo no me consolaba y él se dio cuenta. Necesitaba algo más. Y me lo dió, me llenó el culo una y otra vez.
El caso es que me batió ante sus hermanas y cuando ellas encontraron oportunidad me invitaron a disfrazarnos. Sin imaginarme nada terminé probando unos consoladores que destruyeron prontamente mis defensas, vergüenzas, titubeos y dejaron en mi, un espiritu pervertido que al día de hoy no lo puedo contener.
En un encuentro con mi primo, y cuando ya me estaba penetrando, entró una de las hermanas con un plato. Y eso? pensé Acabó en mi culo y yo en el plato. Ella lo llevó a sus labios y lo lamió. Mi primo estaba tan caliente que seguia bombeando. Abrió su boca, mostrandome mis leches y la besé, la besé una y otra vez. Lo tomé a mi primo por las nalgas apretandolo contra mi y sentí que estaba por estallar.
Acabó en un grito y muchas contracciones. Pasé mis dedos por la cola buscando sus restos y sin meditar probé su sabor

1 comentario:

  1. Hermoso relato. Me lleva al recuerdo de mis 9 años cuando me abrieron el orto y me iniciaron a mi promiscuidad

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